Todos cambiamos con el paso del tiempo, y también lo hace la Dirección General de Tráfico (DGT). Las necesidades en carretera no son las mismas que hace 20 años, cuando se puso en marcha el primer plan de radares fijos en España. La tecnología ha avanzado mucho desde entonces, la Inteligencia Artificial ha irrumpido para mejorar la seguridad y ahora los agentes tienen métodos mucho más avanzados para controlar las infracciones que cometemos al volante.
Por eso, los radares de toda la vida van a tener que convivir con otros mucho más modernos que llegan cargados de tecnología y una precisión mucho mayor. En lo que llevamos de 2025, la DGT ya ha instalado en nuestras carreteras 17 nuevos radares fijos y 7 de tramo, y la cifra va a seguir aumentando en los próximos meses.
Pero no es la única novedad, porque este mes de marzo también han llegado los radares negros y en Catalunya ya llevamos varios meses viendo los famosos radares remolque. Dos nuevos tipos de cinemómetros con los que tenemos que estar mucho más alerta en carretera.
3Así ha evolucionado nuestro sistema de radares en 20 años
Los radares negros y los de remolque ya se han visto antes en las carreteras francesas, y ya están llegando a las carreteras españolas. Lo hacen justo cuando se cumplen 20 años del primer plan de radares fijos que la DGT puso en marcha en nuestro país, y en este tiempo se ha reducido en un 70% el número de víctimas mortales en las carreteras.
No solo han influido los radares, porque ahora los coches son más modernos, tienen más tecnología para evitar accidentes y son mucho más seguros ante cualquier golpe. Sin embargo, el control de los límites de velocidad también ha influido mucho, y lo seguirá haciendo con tecnologías cada vez más avanzadas y la irrupción también de la IA.
De momento, tenemos radares fijos, de tramo, móviles, de semáforo, en cascada o los veloláser, a los que ahora se suman los radares negros y de remolque. En definitiva, que el sistema ‘de toda la vida’ desaparece para siempre.
