En España, uno de cada cuatro coches no tiene distintivo medioambiental de la DGT. Esto supone que más de 6 millones de vehículos van a tener restringida su circulación a las zonas de bajas emisiones que tendrán que activar casi 150 municipios españoles, según constata la Organización de Consumidores y Usuarios, OCU.
Por eso, la asociación ha pedido a las administraciones que implanten una serie de medidas que permitan evitar los problemas de acceso a la vez que proponen soluciones para renovar el parque automovilístico, que en nuestro país supera los 14 años de media.
Las zonas de bajas emisiones deberán estar operativas en 149 municipios de más de 50.000 habitantes antes del 1 de enero de 2024 y solo los vehículos con etiqueta medioambiental podrán acceder a ellas. Pero en nuestro país, según datos de la DGT, el 28% los turismos no tienen derecho a este distintivo por ser demasiado antiguos.
Además, 2 de cada tres coches tienen etiqueta B (31,2%) o C (35,9%) y apenas un 4% cuentan con el distintivo ECO. Muchos menos son los que tienen la etiqueta 0, con la que solo cuenta el 0,8% del parque de automóviles.
1La OCU propone 7 líneas de actuación
Desde la organización de consumidores han trasladado a las administraciones municipales y a la central siete líneas de acción para facilitar la transición a las zonas de bajas emisiones. En concreto, a los municipios les han pedido:
- Señalización amplia, clara y bien visible de la entrada a la ZBE, tanto sobre la calzada, como en los laterales, incluyendo dispositivos luminosos. La gran mayoría de las sanciones en las zonas ya activadas son como consecuencia del desconocimiento del conductor o una mala señalización.
- Construcción de parkings disuasorios en los límites de las ZBE, gratuitos y bien conectados con el centro mediante transporte público. Es vital facilitar a los residentes del extrarradio y de poblaciones limítrofes con coches sin etiqueta ambiental de la DGT el acceso rápido y sencillo a la ciudad.
- Una apuesta clara y decidida por la movilidad sostenible, impulsando el transporte público, una amplia red de carriles bici protegidos y conectados entre sí, la peatonalización de las zonas históricas y comerciales, además de la intermodalidad entre los diferentes medios de transporte.
- Derecho a entrar en la ZBE con un coche sin etiqueta de la DGT tres veces al año. El impacto medioambiental es muy limitado y, a cambio, se facilita la entrada a los residentes en caso de urgencia (por ejemplo, para acudir al hospital), además de a los turistas que esporádicamente visiten la ciudad.