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Alucina con esta matrícula. Cuesta 50 veces más que el coche que la luce

En el mundo de las matrículas coleccionables, algunos números tienen un valor inimaginable. En Australia, una placa en particular ha capturado la atención y el asombro de todos: recientemente se vendió por la impresionante suma de 2,54 millones de dólares australianos, equivalentes a 1,5 millones de euros. Este elevado precio podría fácilmente cubrir el costo de una casa enorme o incluso un par de superdeportivos de 1.000 caballos de fuerza.

Esta plaqueta de colección está registrada en el estado de Victoria y es conocida como un «plato patrimonial». El número que la distingue es el ’20’, una de las 90 patrimoniales de dos dígitos en Victoria y una de las nueve que son un número redondo. Los coleccionistas tienen una particular predilección por los números redondos, lo que aumenta significativamente su valor en el mercado.

¿Cómo funciona el mercado de matrículas?

¿Cómo funciona el mercado de matrículas?

El mundo de las matrículas coleccionables ha visto un aumento considerable en el valor de estos artículos, no solo en Australia sino también en otras partes del mundo. Cuanto más bajo es el dígito de la placa, mayor es su valor. Esta tendencia ha convertido las placas de bajos dígitos en objetos de deseo para muchos coleccionistas y una inversión lucrativa para otros. Las placas que antes se consideraban simplemente utilitarias, ahora son vistas como activos valiosos.

El caso de la placa número ’20’ no es único en el país oceánico. En enero, la más cara del país, la número ‘1’ registrada en el estado de Nueva Gales del Sur, se vendió por un asombroso precio de 12,4 millones de dólares australianos, aproximadamente 7.7 millones de euros, incluyendo una prima de comprador del 7,5%. Esta cantidad es suficiente para adquirir una mansión de lujo en Sydney, una de las ciudades más caras del mundo en términos de bienes raíces.

La matrícula es la nueva adicción de los coleccionistas

La matrícula es la nueva adicción de los coleccionistas

Para muchos, la idea de gastar millones en una plaqueta puede parecer absurda. Sin embargo, en Australia, estas placas han demostrado ser inversiones muy rentables. Los precios han subido consistentemente, y la demanda sigue aumentando. Los coleccionistas valoran no solo la exclusividad y el prestigio que conlleva poseer una de estas placas, sino también el potencial de revalorización futura.

El fenómeno de las matrículas de bajos dígitos se ha convertido en una parte intrigante del mercado de coleccionables. El atractivo reside en la combinación de exclusividad, historia y el estatus que otorgan a sus propietarios. En un mundo donde el lujo y la ostentación pueden ser expresados de muchas maneras, poseer una matrícula con un número bajo se ha convertido en un símbolo de estatus y riqueza, comparable a poseer una obra de arte rara o un automóvil de colección.