El Mazda CX-5 se ha puesto a prueba en los paisajes árticos del norte de Europa en un recorrido de casi 1.000 kilómetros atravesando tres países con temperaturas bajo cero y carreteras completamente heladas. Un reto que ha superado sin dificultades gracias a su sistema de tracción total inteligente de nueva generación i-ACTIV AWD y al nuevo G-Vectoring Control Plus.
La expedición del Mazda CX-5 comenzó en Lulea (Suecia), junto a las costas del golfo de Botnia, frontera natural entre Suecia y Finlandia. Desde allí, emprendieron ruta en dirección norte hacia el Círculo Polar Ártico.
La segunda parada fue Rovaniemi, capital administrativa de Finlandia, conocida sobre todo por ser considerada la ciudad natal 'oficial' de Santa Claus. Entre bosques cubiertos de taiga, pinos y abetos y granjas de renos, emprendieron la siguiente etapa hacia el Cabo Norte, el punto más al norte en Europa al que se puede llegar en automóvil. Un lugar sorprendente donde, incluso con temperaturas que rondan los 30 grados bajo cero, las aguas no se congelan gracias a la afluencia de la corriente del Golfo y donde es posible ver osos polares y morsas.
Gran equipamiento
El Mazda CX-5, al que ya habíamos visto demostrar sus capacidades offroad cruzando el lago Baikal helado, equipa un sistema de tracción total inteligente de nueva generación con 27 sensores que monitorizan las condiciones de la carretera y las intenciones del conductor.
Además, ahora dispone de G-Vectoring Control Plus (GVC Plus), una versión más avanzada con control directo del momento de inercia a través de los frenos, lo que redunda en una mayor estabilidad del vehículo.
El modelo también se ha puesto al día con mejoras en la tapicería, paneles, mandos de control, climatizador, conectividad y retrovisores.