Poco ha importado a la firma de Woking el que no se celebre por causa del coronavirus el Salón de Ginebra, pues ellos han seguido a lo suyo y nos han dejado impresionados presentando este sensacional McLaren 765 LT, un deportivo que llega para incrementar la exclusiva familia Long Tail de la casa británica.
Se trata de una versión que deriva del conocido McLaren 720S, pero con un enfoque más radical. Para conseguirlo basta con solo echar un vistazo a su exterior, donde los de Woking han colocado nuevos componentes aerodinámicos que como no podían ser de otra manera, están fabricados en ligera fibra de carbono. Entre estos apéndices llaman la atención las aberturas de ventilación sobre las aletas delanteras, el difusor posterior o el imponente alerón activo.
Este último componente puede ser el elemento más distintivo del 765 LT, además de que ayuda a enfriar su corazón 4.0 V8 Biturbo al acelerar el aire caliente y poderlo evacuar más rápido. También cuenta con función freno y es totalmente activo para adaptarse a las necesidades de conducción.
Es 79 kilos más ligero que un 720S
Este bólido de calle se sustenta sobre unas ligeras llantas forjadas que están calzadas con gomas Pirelli P Zero Trofeo R y atornilladas con pernos de titanio. Tras ellas aparece un potente equipo de frenos, cuyas pinzas provienen directamente del McLaren Senna. Si sus discos carbocerámicos no son suficiente para tus paseos por los circuitos, los de Woking te permiten equiparlo con los del Senna. Pero no será nada asequible, seguro. Ahora bien, estos últimos son un 60% más resistentes que los utilizados por este 765 LT, además de que ofrecen una conductividad térmica cuatro veces mejor para reducir el desgaste.
Otro detalle que diferencia a este Long Tail de sus hermanos es su sistema de escape, con cuatro terminales traseros. Fabricado en titanio, es un 40% más ligero que el de un 720S y proporciona una banda sonora de alta fidelidad.
Con lo estrictamente necesario para disfrutar
El interior tampoco pasa desapercibido, porque el enfoque de rendimiento extremo se plasma en unos asientos deportivos de carbono, que ahorran 18 kilos respecto a los de un 720S. McLaren elimina el sistema de aire acondicionado y el sistema de sonido, que se pueden solicitar si el cliente lo desea. Y por si esto no fuera suficiente, el departamento MSO obrará el milagro en cuanto a la personalización. Pero hay que decir que este 765 LT impresiona por los materiales utilizados, su acabado, su piso en carbono, su sistema multimedia con pantalla de 8 pulgadas… O por una pantalla de cristal que permite ver el motor desde el habitáculo. Pero es otra de sus costosas opciones.
Dicho corazón es el conocido 4.0 V8 Biturbo, al que instalan nuevos pistones, una bomba de carburante adicional, una bomba de aceite revisada, además de un sistema de gestión electrónico nuevo. Así, esta criatura genera 765 CV de potencia y 800 Nm de par motor (45 y 30 más respectivamente frente a un 720S). Por si fuera poco, su cambio de doble embrague y siete velocidades tiene en software que lo hace más rápido (se habla de un 15%) y memoriza la marcha a la hora de reducir, en el caso de que en ese mismo instante no sea posible por llevar al motor por encima de la zona roja.
En términos de rendimiento esta joya no decepciona, porque acelera de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos, alcanza los 200 km/h en 7,2 segundos… No para hasta llegar a los 330 km/h y devora un cuarto de milla en 10 segundos.
Parte de la culpa también la tiene el peso, porque es 79 kilos más ligero que un 720S, ya que en vacío se queda en apenas 1.229 kilos. Eso se traduce en una relación peso/potencia de 1,6 kg/CV.
765 exclusivas unidades
Para conseguirlo se utilizan además cristales más ligeros, una luna trasera de policarbonato, menos material aislante…
Con el fin de rizar el rizo, los de Woking han revisado su dirección, incrementan la vía delantera para ganar unos milímetros y modifican sus suspensiones para hacerlo todavía más efectivo.
McLaren limitará la producción de este bólido a solo 765 unidades y las primeras entregas comenzarán en septiembre. Por cierto, de su precio nada se sabe, pero ponte en que igual… no te llega.
