Era sólo un prototipo que anticipaba el diseño definitivo del primer modelo de la serie Ultimate de los fabricantes de Woking. Pero desde que aquel primer McLaren P1 se presentara en el Salón de París, ya han pasado cinco años. Casi nada.
375 ejemplares y ninguno igual a otro
Semejante hipercar con mecánica híbrida sentó las bases de la nueva era dorada de la compañía británica y de esta criatura tan sólo se han fabricado 375 unidades, todas ellas adjudicadas a sus afortunados propietarios antes de que la primera saliera de la línea de montaje. Curioso es que ninguno de estos 375 McLaren P1 es igual a otro, pues su capacidad de personalización es absoluta gracias a su departamento McLaren Special Operations.
Esta máquina británica cuenta con un propulsor 3.8 V8 Biturbo, al que se le suma otro corazón eléctrico para generar un total de 916 CV de potencia, los cuales se combinan con una máquina que sólo pesa 1.395 kilos gracias al uso masivo de la fibra de carbono en su carrocería, pero también en su chasis MonoCage.
Con sistema DRS
Así no es de extrañar que el McLaren P1 sea capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 2,8 segundos. Pero los 200 km/h los alcanza en 6,8 segundos, mientras que en 16,5 segundos ya rueda a 300 km/h. Su velocidad punta se cifra en los 350 km/h, que están limitados electrónicamente. A esa velocidad su elaborada aerodinámica es capaz de generar 600 kilos de carga, muchos de ellos proporcionados por el alerón posterior, que puede funcionar como «aerofreno», pero también como un sistema DRS al más puro estilo de los monoplaza de Fórmula 1.
Con semejantes datos, parece mentira que esta criatura ya cuenta con cinco años de vida, durante los cuales, los chicos de Woking ya se han puesto manos a la obra para desarrollar el segundo integrante de su serie Ultimate, el McLaren BP23, que además de ser híbrido, más potente y más rápido que el P1, también presumirá de contar con un puesto de conducción en posición central, al más puro estilo del legendario McLaren F1.