Llega la época del año que más temes. No solo por la inoportuna gripe que siempre nos estropea algún buen plan, sino por los efectos que puede causar en nuestro coche mientras conducimos… que no son precisamente pocos. Obstrucción nasal, estornudos, lagrimeo, dolor de cabeza, de oídos, de laringe, fiebre, tos, mucosidad branquial, fatiga, debilidad… ¿te suena de algo, no?
Todos ellos son síntomas comunes de resfriados y catarros. Y ojo, quizás no lo sepas… pero hay algunos medicamentos que ayudan a aliviar estos síntomas que pueden afectar a tus capacidades de conducción. Es decir, parafraseando el refrán popular, «es peor el remedio que la enfermedad»… al menos para conducir. Algo en lo que debemos reparar es que, en esta época invernal que viene, los catarros y los procesos gripales, se disparan, así como la ingesta de anticatarrales y antigripales.
3Ojo si empiezas tratamiento o tomas varios medicamentos para la gripe
¿Cuándo necesitamos prestar una especial atención y dejar de restarle importancia? Sobre todo, cuando estamos comenzando un tratamiento. Con un cambio en las dosis o si tomas varios medicamentos a la vez, te tocará tomar precauciones extra. Qué decir de si el conductor se siente cansado, si es una persona mayor o si hay consumo de alcohol de por medio.
Desde el año 2007, la ley en España exige que los medicamentos que puedan afectar a las capacidades de conducción lleven un pictograma en la caja a modo de advertencia. No dejes de leer las indicaciones correspondientes en el prospecto porque ahí encontrarás los posibles efectos unidos a la conducción.