La pandemia trajo consigo cambios que jamás imaginamos, y entre ellos, uno de los más sorprendentes fue nuestra relación con los medios de transporte. El confinamiento, el trabajo remoto y la limitación de desplazamientos redujeron nuestro uso del coche y nos llevaron a probar alternativas más sostenibles, menos contaminantes, e incluso más eficientes. Así, surgió una “aventura” con otros medios de transporte, y aunque algunos volvieron a su fiel automóvil, muchos prefirieron seguir explorando nuevas rutas. ¿Qué hizo que dejamos de lado el coche? ¿Y qué medios de transporte fueron los protagonistas?
5¿Un cambio duradero o una moda pasajera?
A cuatro años de la emergencia sanitaria, muchos se preguntan si estos cambios en los hábitos de movilidad perdurarán. La respuesta no es sencilla, ya que, si bien algunos países han adoptado prácticas sostenibles, otros han vuelto a sus viejos hábitos. Austria, Alemania y Reino Unido, por ejemplo, mostraron solo una pequeña disminución en el uso de coches y aviones tras la pandemia, lo que sugiere que en algunas regiones el cambio fue más temporal que en otras.
Lo que está claro es que aquellos países que adoptan políticas de transporte sostenibles durante y después de la pandemia, como Suecia, Dinamarca y República Checa, han visto resultados más duraderos. Esto sugiere que el cambio hacia una movilidad menos dependiente del coche requiere no solo voluntad ciudadana, sino también apoyo gubernamental y políticas que incentivan medios de transporte limpios y accesibles.