Perdón por ponernos filosóficos y un tanto románticos para empezar, pero al igual que el motor se considera como el corazón de un coche, podría decirse que la centralita es su cerebro. No es para menos. Desde ahí se controla el buen funcionamiento de cada uno de los sistemas del vehículo. Es lo suyo, que nada falle.
Reprogramar la centralita nos permite modificar el software para conseguir, entre otras cosas, un mejor rendimiento del motor. Sin duda, es una opción muy tentadora, pero realmente… ¿crees que es aconsejable?
4¿Y qué inconvenientes tiene?
Reprogramar una centralita no es una tarea fácil. Hacerlo erróneamente puede conllevar ciertos riesgos que hay que conocer:
- Puede estropearse la centralita… y ese ya es en sí un punto muy en contra.
- Si el coche tiene motor de gasolina atmosférico, puede que no se reduzca el consumo. Quizás incluso aumente en un 10%.
- A menos que la modificación se efectúe en el taller oficial del fabricante, se pierde la garantía.
- Si la reprogramación modifica los valores del sensor de temperatura de refrigerante, el nivel de emisiones contaminantes puede llegar a aumentar.
- Acorta la vida del motor, generando desgaste o rotura en cilindros, embrague, juntas homocinéticas. En definitiva, se puede producir un colapso mecánico.
- Tiene que pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV)…
No obstante, no te asustes. Si la reforma se realiza en un taller experto y se tiene una conducción suave, no tiene por qué haber problemas. En caso contrario, se corre el riesgo de causar averías serias que pueden acabar con la vida útil del vehículo. MAPFRE, por ejemplo, ofrece distintas coberturas y ventajas del seguro de coche para estar tranquilo ante distintas averías.
