Es innegable que existe una gran afición en Europa por los coches americanos desde hace mucho tiempo… Sobre todo, por los clásicos Muscle Cars. A diferencia del viejo continente, en Estados Unidos se estilan los vehículos grandes, cuanto más mejor. Las gigantescas mecánicas, las dimensiones voluminosas… Una pena que vayan en contra de los tiempos con las normas anticontaminación siempre presentes para chafarnos la fiesta.
Aunque el automóvil nació en Europa, concretamente, en Alemania, de la mano de Karl Benz, allá por 1886, siempre le vamos a deber a Estados Unidos la popularización del coche como objeto para la clase media, a comienzos del siglo XX. En Europa estaba destinado solo a los ricos, pero al otro lado del charco era algo más… y muchos modelos empezaron a conquistarnos a través de las series, películas o revistas. ¿Preparado para ponerte nostálgico?
4Ford GT
¿Has visto la película Le Mans ’66? En ella se relata la historia de Henry Ford II, que estuvo nueve meses negociando un acuerdo con Ferrari para poseer la mitad de la marca italiana y, a última hora, el acuerdo nunca se firmó, porque Enzo Ferrari se retiró de las negociaciones.
Esto enfureció sobremanera a Henry Ford II y comenzó el desarrollo del Ford GT40 para derrotar en la pista al italiano… nada menos que en la «madre de todas las carreras» como es Le Mans, territorio dominado por Ferrari por aquel entonces. Final feliz para Ford, que lo consiguió con este coche en aquel inolvidable año 1966.
