Han sido los especialistas de RM Sotheby's quienes en Arizona sacaron a subasta este impresionante Mercedes-Benz 300SL Gullwing del año 1955, una extraordinaria unidad vestida con un inmaculado color Silver Grey Metallic que ha cambiado de manos por la escalofriante cifra de 6.825.000 dólares. Para que te hagas una idea te lo traduzco a euros, que vienen a ser como 5.698.000 de 'nuestras' monedas. Una auténtica barbaridad.
No cabe la menor duda de que es un precio mucho más elevado que el pagado con anterioridad por otras unidades de este legendario deportivo alemán. Pero parece ser que este 'alas de gaviota' vale todos y cada uno de esos euros. Y es que debajo de ese trabajo de pintura se esconde una carrocería fabricada en aluminio, de forma que es mucho más exclusivo y raro que el resto, pues para empezar hay que decir que tan sólo se ensamblaron 29 unidades.
Sólo fabricaron 29 con carrocería de aluminio
Desarrollado por la firma de la estrella para ofrecer a sus clientes una versión más ligera y rápida de su 300SL Gullwing, estas criaturas también contaban con unos cristales fabricados en plexiglás, de forma que los ingenieros de Mercedes-Benz consiguieron ahorrar nada menos que 95 kilos de peso para plantar cara a los bólidos de carreras más rápidos de la época.
Además de este detalle, las unidades fabricadas en aluminio también contemplaban una variante optimizada del motor de seis cilindros en línea y equipado con inyección electrónica, porque añadía un árbol de levas mejorado, además de que ofrecían una mayor relación de compresión.
Vendido en Casablanca en 1955
Otro detalle que hacía especial a estos 'alas de gaviota' eran sus llantas Rudge con bloqueo central, un equipo de frenos más potente y unas suspensiones mejoradas respecto al resto de los 300SL.
Toda esta tecnología que marcaba las diferencias hace 67 años enamoró a Joseph F Weckerlé, un distribuidor de Mercedes-Benz en Casablanca, Marruecos, quien encargó este impresionante 300SL, que fue el único que se conoce viajara hasta el continente africano por aquellos entonces. Weckerlé ordenó su singular deportivo en este exclusivo Silver Grey Metallic, combinado con un interior con acentos de color azul, un sistema de sonido Becker… Y lo mantuvo en su poder hasta 1962, cuando empezó a recorrer todo el mundo en manos de los coleccionistas más acaudalados.
Pero este singular Mercedes-Benz 300SL Gullwing no fue el único que RM Sotheby's sacó a subasta en Arizona, porque allí también buscó un nuevo hogar a otro ejemplar del mismo año que este: 1955. Si bien, en este caso debajo de su color gris Dunkelgrau (sólo salieron de fábrica dos unidades en este color) no se esconde una carrocería fabricada en aluminio, sino una más 'mundana' de acero, de la que la firma de la estrella ensambló un total de 1.371 unidades. Por eso, tan 'sólo' se han pagado 1.710.000 dólares (1.495.000 euros).