Los fabricantes han hecho de la imaginación una realidad con los vehículos eléctricos. Aquellos modelos que vemos en los salones como escaparate tecnológico en forma de espectaculares prototipos, luego, a la hora de pasar a la producción, variaban totalmente su diseño. Eran la base para que el modelo de serie tomara elementos y tecnologías que implementaban en pequeñas dosis. Pero la electromovilidad ha variado esta fórmula y esos diseños futuristas se han convertido en seña de identidad de los nuevos coches eléctricos.
El Mercedes-Benz EQS es un claro ejemplo. Paradigma del lujo en cuanto a vehículos eléctricos, sus formas externas y un interior que recuerda más a la nave Enterprise, con el sistema de pantallas Hyperscreen, que a lo que estamos acostumbrados en un coche convencional, es ya una realidad y lo hemos podido conducir. La cita era en el hotel Ritz de Madrid, un escenario acorde a una berlina tan lujosa y refinada, desde donde realizaríamos nuestra ruta para esta primera toma de contacto.
Estrena plataforma
El EQS es el primer modelo de la marca de la estrella en utilizar la plataforma creada específicamente para sus nuevos eléctricos. Exteriormente mide 5,22 m de longitud, prácticamente igual que el Mercedes-Benz Clase S (5,18 m) y, si bien también está disponible con batalla alargada, esta variante solo se comercializará en algunos mercados, como el chino. Aunque sus formas redondeadas camuflan su tamaño, con un coeficiente aerodinámico de récord según Mercedes: Cx de 0,20. De hecho, desde el puesto de conducción no ves los contornos del capó delantero, ni tampoco la parte posterior, aunque te sientes cómodo en medio del tráfico a pesar de su tamaño. Sobre todo si vas sentado atrás, con su inmenso espacio longitudinal sobre una plataforma de 3,21 m. En la parte de atrás también el espacio es superlativo para configurar un maletero de gran volumen, con sus 600 litros de capacidad. Mientras que el capó delantero permanece cerrado para nosotros, como para cualquier propietario de un EQS. Solo lo podrá abrir personal especializado por cuestiones de seguridad para acceder a su corazón eléctrico, aunque el propulsor en la versión 450+ va colocado en el eje trasero. Las dos versiones más potentes, el 580 4 MATIC y el AMG 53 4Matic sí
En tres dimensiones
Pero antes de explicar nuestras sensaciones de conducción, hay que hablar de lo que supone sentarte delante de la pantalla Hyperscreen. Sin duda te lleva a otra dimensión en nuestra manera de entender el automóvil, por mucho que hayamos visto ya interiores muy digitalizados. Las tres pantallas, con imágenes en tres dimensiones, se unen bajo un cristal curvado a 360º. La central es más grande (17,7 pulgadas) y la de enfrente del pasajero, de 12,3 pulgadas, se activa solo cuando este se coloca en el asiento. Disponen de tecnología OLED, son táctiles y también tienen respuesta háptica.
Después de ver su funcionamiento en parado e impactado ante tanta información, pase a conducir la unidad que tenía asignada, la versión 450+ que no llevaba en opción el MBUX Hyperscreen. Se conformaba con una pantalla para la instrumentación, de 10,25″ que se recoge detrás del volante, en este caso separada de la central que controla el sistema multimedia MBUX, de formato vertical y gran tamaño (12,8″), con un menú muy amplio pero que requiere dedicarle tiempo para un uso medianamente intuitivo.
Opcionalmente ofrece un Head up Display con enormes dimensiones (750 x 873 mm), con gráficos a color, que nuestra unidad tenía disponible y que resulta excelente para apoyarnos en él sin retirar la vista de delante.
El tecnológico interior (Línea Electric Art de serie) se combina con materiales refinados y un equipamiento de confort muy amplio en posibilidades, configurable sobre siete paquetes disponibles. Como el Executive para las plazas traseras que incluye entre otros elementos dos tablets colocadas sobre los reposacabezas de los asientos delanteros y otra central extraíble sobre el apoyabrazos central. O el paquete protección del vehículo URBAN GUARD que ofrece una vigilancia antirrobo integral.
Hasta 824 km de autonomía
Le damos vida al EQS a través de un amplio botón de arranque en el salpicadero e insertamos la D a través de la palanca habitual de Mercedes (esta seña de identidad la mantiene inédita) colocada en el lado derecho de la caña de la dirección. El aislamiento del habitáculo es notable para rodar con gran silencio. El 450+ dispone de un propulsor que eroga 333 CV de potencia (245 kW) y 58 mkg de par, que transmite sobre las ruedas posteriores de manera inmediata a las órdenes del acelerador. De manera suave y progresiva, especialmente en el modo ECO, y con suma energía en el Sport.
Con la carga máxima, nuestra unidad indicaba 760 km de autonomía al arrancar (homologa hasta 741 km y 824 km en ciclo urbano), moviéndonos hasta coger la N-II, por medio de Madrid, con un consumo en torno a 17 kWh, pasando en carretera a algo más de 20 kWh con una conducción cuidadosa y a 22,5 kWh ya sin reticencias para pisar el acelerador a fondo. Cifras que hacen perfectamente verosímil lograr los rangos indicados. El EQS gana velocidad casi sin darte cuenta, sin ruidos aerodinámicos y de forma muy silenciosa. Es capaz de acelerar de 0-100 km/h en 6,2 segundos, con una velocidad máxima limitada a 210 km/h.
Para detenerse, dispone de tres etapas de regeneración que seleccionamos desde ambas levas en el volante, una buena ayuda para unos frenos que se muestran efectivos pero con un tacto regenerativo que complica su dosificación óptima y que muchos de los últimos eléctricos han conseguido equilibrar de manera más exitosa.
El comportamiento es excelente, muy rápido de reacciones a las órdenes del volante, más dado su tamaño y peso. Y con un elevado confort, aunque menos refinado que un Mercedes-Benz Clase S a pesar de que cuenta con la misma geometría de suspensiones, con muelles neumáticos (sistema Airmatic) y amortiguadores de dureza variable.
Tecnología de vanguardia
La avanzadísima tecnología que aplica se manifiesta desde todos los frentes. Como con sus actualizaciones OTA disponibles, como en el caso del eje trasero direccional. De serie las ruedas posteriores se mueven en un radio de 4,5 grados, pero con una actualización de hardware, opcional (unos 1.600 euros), alcanza los 10 grados.
Por otro lado, la lista inacabable de asistentes disponibles sobre 350 sensores diferentes para monitorizar todo lo que ocurre alrededor de la berlina y transmitirlo a la unidad de control. De hecho, gracias a los sensores y a las coordenadas que recibe de forma inalámbrica el sistema de navegación, el Drive Pilot permite una conducción automatizada hasta 60 km/h en condiciones idóneas para aquellos países donde la legislación lo autoriza. Como en Alemania, donde estará disponible a partir de 2022.
Tecnología de vanguardia
Con el EQS 450+ , gracias a su amplia autonomía, se podrá viajar de verdad, sin ir planificando paradas. Su batería de iones de litio, con una capacidad de 107,8 kW, admite cargas de 200 kW en cargadores rápidos, invirtiendo 31 minutos para completarla. Con el cable de serie para corriente alterna, necesita 5 horas con 22 kW, 10 horas con 11 kW y 15 horas en una carga doméstica a 7,4 kW.
Ya está en los concesionarios
Mercedes espera vender en torno a 200 unidades al año del EQS en nuestro mercado, estando ya a la venta las versiones 450+, con un precio desde 117.125 euros, y el 580 4MATIC desde 146.625 euros. Este rinde 523 CV (385 kW), con una autonomía máxima de 668 km, 722 en ciudad. La llegada del AMG 53 4MATIC, que eroga 761 CV y es capaz de acelerar de 0-100 km/h en 3,8 segundos, está prevista para unos meses más adelante.
