Después de rodar más de 300 kilómetros por todo tipo de carreteras en Alemania sigo sin entender cómo este tipo de carrocerías familiares no terminan de 'romper' en el mercado español. Son más versátiles, prácticamente igual de dinámicas y estéticamente no tienen nada que envidiar a las berlinas, como es el caso de la nueva Clase C Estate de Mercedes-Benz.
Si lo comparamos con el modelo anterior, literalmente lo deja en ropa interior en aspectos como la calidad, la dinámica o la eficiencia de sus motores, pero también en habitabilidad o flexibilidad.
Más largo, sinónimo de más amplio
El nuevo modelo ha crecido 96 milímetros en su longitud, 80 de ellos focalizados en la distancia entre ejes. Si a eso unimos los 40 milímetros más de anchura, la consecuencia directa es que las plazas traseras son ahora mucho más habitables. También es más capaz en la zona del maletero, cuyo volumen oscila entre los 490 y los 1.510 litros, e introduce detalles prácticos como un respaldo dividido ahora en tres partes (40/20/40) o un sistema de apertura y cierre del portón eléctrico activado con sólo pasar el pie por debajo del paragolpes.
La Clase C Estate es más ligera -pesa 65 kilos menos-, introduce un nuevo eje delantero multibrazo y es el único modelo en su segmento que ofrece suspensión neumática. Gracias al sistema Agility Select el conductor puede elegir entre varios modos de conducción -Confort, Eco, Sport, Sport+ e Individual-, modificando parámetros del cambio, el motor, la dirección o la suspensión.
Cinco propulsores realmente eficientes
Bajo el capó apuesta por cinco motorizaciones: tres de gasolina, con 156, 184 y 211 CV, y dos diésel, de 170 y 204 CV. Estos últimos contemplan un aditivo AdBlue para reducir las emisiones, especialmente las de óxidos nitrosos. Para el cambio se apuesta por cajas manuales de seis relaciones o automáticas 7G-Tronic Plus. Más adelante se incorporará un híbrido -diésel más eléctrico- con 204 más 27 caballos, con el que tuvimos ocasión de rodar en un trazado -carretera y autopista- algo 'hostil' para su tecnología. Resulta agradable, pero lejos de la ciudad nos gustó más el diésel de 204 CV, versión que próximamente ofrecerá tracción total.
Equipado hasta los dientes, la nueva Clase C Estate estrena el sistema 'connect me', que permite utilizar numerosos servicios 'online', como una gestión de accidentes o de averías, o establecer conexión con el vehículo desde cualquier lugar y en todo momento.