Si visitas un concesionario de Mercedes, es posible que ni repares en la presencia del GLB pues, gustos aparte, seguramente sea el producto menos favorecido de la marca desde el punto de vista estético. Ahora bien, lo que le falta de atractivo visual le sobra de practicidad, pues apenas mide 4,63 metros de longitud y puede incluir una tercera fila de asientos (o, en su ausencia, un maletero de 570 litros de capacidad).
Otro aspecto no con cierta polémica ha estado en su posicionamiento dentro de la gama, pues cuando fue lanzado en 2019 apenas estaba 4 centímetros por debajo del GLC. Bien es cierto que la segunda generación de este último ha crecido hasta los 4,72 metros, aumentando la diferencia respecto al GLB. Lo cierto es que pese a su longitud semejante, no tienen nada que ver entre sí, pues están construidos sobre plataformas distintas (motor transversal en el GLB y longitudinal en el GLC).
Cuando aún no han pasado ni dos años de su primera puesta al día, nuestros colegas de SH Proshots nos sorprenden con unas imágenes de un prototipo de pruebas de lo que será la segunda generación del GLB. Lo cierto es que la marca de la estrella está teniendo un 2024 frenético, pues ya hemos perdido la cuenta de todas las unidades de pruebas camufladas que hemos visto, entre nuevos modelos y renovaciones.
El Mercedes GLB 2026 incluirá una versión eléctrica; adiós al EQB
Por el momento los datos disponibles son muy escasos, y si tenemos en cuenta los precedentes, hacer conjeturas es muy complicado. Como en la mayoría de marcas europeas, la estrategia de electrificación no ha ido por los cauces esperados y toca adaptar el rumbo. La marca de la estrella ya lo ha hecho en lo que a denominaciones se refiere, y van a dejar atrás aquello de la submarca EQ para seguir empleando las denominaciones habituales. El ejemplo lo tenemos en el Clase G eléctrico, que en un principio debería haberse llamado EQG y finalmente se ha optado por G 580 con tecnología EQ.
De momento no hay más ejemplos, pero parece claro que en esta segunda generación el EQB se fusionará con el resto de la gama del GLB. Y al igual que sucede ahora, compartirán plataforma, la nueva MMA (Mercedes Modular Architecture) que dará el relevo a la MFA2 que emplean los actuales modelos. Dicha plataforma será estrenada en el próximo Mercedes CLA, del que se ofrecieron algunos datos el pasado mes de noviembre.
Respecto a la oferta mecánica, habrá bastantes novedades. La principal duda está en la continuidad de la mecánica diésel 2.0 de cuatro cilindros, que para sobrevivir tendrá que pasar por la electrificación. Esto no es nuevo en absoluto, pues los modelos con motor longitudinal sí la incluyen. Habrá que tomar como referencia los datos del nuevo Clase CLA, que a buen seguro serán una excelente vara de medir.
Sobre los de gasolina, habrá una nueva generación de motores desarrollados por HORSE, una empresa conjunta participada por Mercedes, Geely y el Grupo Renault. En concreto, será un 2.0 turbo que promete una potencia de 250 CV (186 kW) y un par motor máximo de 360 Nm. Un motor que no solo busca mejorar el rendimiento, sino también contribuir a la sostenibilidad y cumplir con las normativas de emisiones europeas, para lo cual estará acompañado de hibridación ligera.
A modo de curiosidad, el motor será producido en China, aunque el catalizador se instalará en Alemania. Esto asegura que el vehículo cumpla con las estrictas regulaciones de emisiones en Europa. Además, HORSE ha establecido su sede mundial en España, en las instalaciones de Renault en Madrid.
Lo que está claro es que la versión 100 % eléctrica deberá tener mucho peso dentro de la gama para que los números cuadren. Para ello contará con una nueva generación de motores y baterías que aumentarán la eficiencia, y para que todo esto sea atractivo deberá tener un precio igual e incluso por debajo de las versiones de combustión. Su llegada está prevista para finales de 2026 o la primera mitad de 2027.