Tanto si eres ya talludito (al igual que quien escribe) como si simplemente te apasiona la historia del automóvil (como a mí), un rápido vistazo al Mercedes Vision One-Eleven te llevará inmediatamente a aquellos Mercedes C111 que entre 1969 y 1970 permitieron a la firma alemana investigar sobre nuevas formas de propulsión, mostrar músculo, dar una imagen de deportividad e innovación de la que adolecía, en líneas generales, su gama en aquella época y, sobre todo, tratar de neutralizar la pujante competencia de BMW, Porsche y la recientemente renacida Audi NSU Auto Union AG.
Hoy el contexto en el que nace este Mercedes Vision One-Eleven es completamente diferente, y los motivos para desarrollar un prototipo de semejante calado son diferentes también, pero el innegable guiño al pasado que suponen tanto su línea como incluso el patrón de colores de su carrocería hacen que rápidamente viajemos en el tiempo para recordar aquellos C111 y la experimentación de Mercedes con los motores rotativos Wankel.
Mercedes Vision One-Eleven: Un prototipo con mucha “miga”
Pero, más allá de las puertas estilo alas de gaviota (que son un innegable patrimonio de Mercedes desde que las estrenara en el 300 SL W194 de 1952), del esquema de color naranja y negro y de algunos otros detalles de diseño que hacen claros guiños a los prototipos experimentales C111, el Mercedes Vision One-Eleven tiene muchas cosas que contar. El ligero motor eléctrico de flujo axial, la pantalla de realidad aumentada y algunos rasgos estilísticos de este prototipo son una muestra de por dónde pueden respirar las futuras creaciones de la marca de la estrella.
Comenzando por el diseño, llama la atención la huída de las líneas rectas en favor de un diseño orgánico de volúmenes sencillos en el que las únicas rectas están marcadas por los elementos aerodinámicos ubicados en los bajos del vehículo.
En realidad, cabría hablar de un diseño “monovolumen” si no hubiéramos pervertido esta palabra, con un capó completamente enrasado con la burbuja que forma el habitáculo y que propone una distribución de cabina adelantada que supone una total ruptura con el diseño del Mercedes-AMG GT, aunque no tanto si tomamos como referente el Mercedes-AMG ONE.
En cualquier caso, hablamos de un vehículo muy bajo, con tan sólo 1.170 mm de altura (claramente menor que la de los dos modelos mencionados) y una inusual pureza de líneas, sin un alerón trasero visible, elemento que en realidad sí existe, pero se encuentra oculto. Además, la carga aerodinámica se apoya también en los pequeños spoilers que aperecen en los pontones laterales que encontramos justo antes de los pasos de rueda traseros.
La tecnología eléctrica que esconde el Mercedes Vision One-Eleven
Más allá del puro ejercicio de estilo que supone su impresionante carrocería orgánica, el Mercedes Vision One-Eleven es un laboratorio para experimentar con sistemas de propulsión eléctrica.
De entrada, cuenta con motores de flujo axial desarrollados por la compañía británica Yasa, adquirida por Mercedes en julio de 2021, motores que Mercedes califica como “extremadamente potentes y altamente eficientes” en comparación con los habituales motores de flujo radial. Según afirma Mercedes, la idea es trasladar esta tecnología a la producción en masa para mejorar la eficiencia de una futura generación de automóviles eléctricos.
Estos revolucionarios motores, que serán fabricados en serie en la planta alemana de Berlín-Marienfelde, se alimentan de baterías igualmente innovadoras, para cuyo desarrollo se ha contado con la colaboración de los ingenieros del equipo de Fórmula Uno de la casa. Así, el paquete de baterías se compone de células cilíndricas con una química innovadora (de la que no se dan más datos) y refrigeración líquida.
La mayor densidad energética de las baterías permite disponer de más capacidad a igualdad de volumen o de menos volumen y peso a igualdad de capacidad, con lo que el “empaquetado” más compacto da más libertad a los ingenieros y diseñadores de otras áreas y sistemas del vehículo, y lo mismo ocurre con los motores axiales, más eficientes que los radiales, lo que les permite ser hasta tres veces más pequeños a igualdad de potencia.
El diseño interior del Mercedes Vision One-Eleven
Todo ello permite a este Mercedes Vision One-Eleven disponer de un habitáculo más amplio de lo que es habitual en un superdeportivo. Allí encontramos una pareja de minimalistas asientos plateados y un salpicadero blanco de poliéster reciclado que, evidentemente, no está pensado para circular por nuestras soleadas carreteras.
El material sintético blanco aparece también en diversos paneles interiores, si bien a este material se suman numerosos guarnecidos de cuero naranja y elementos en aluminio pulido que aportan un extra de calidez al “blanco quirófano” con el que se combinan.
Frente al conductor encontramos un volante que mezcla precisamente cuero y aluminio, con unas formas inspiradas en la Fórmula Uno (parece ser que los volantes circulares están de capa caída últimamente), y tras él hay un cuadro digital a juego tanto con el frontal como con la trasera de la carrocería.
Mercedes propone además introducir en la conducción un wearable, unas gafas de realidad aumentada llamadas Magic Leap 2 que, entre otras cosas, permiten “ver” a través de los pilares A.
En cualquier caso, el Mercedes Vision One-Eleven es, a día de hoy, una mera maqueta estática que, a pesar de proponer interesantes innovaciones y líneas de trabajo, no puede compararse directamente con los veteranos C111, en los que, además de diseño, había un desarrollo de ingeniería y un “nivel de realidad” que no están presentes en el nuevo concepto.Dicho esto y aunque Mercedes no nos ha proporcionado cifras reales del sistema de propulsión que plantea su vehículo conceptual, aplaudimos el esfuerzo de los fabricantes por hacernos soñar con un futuro en el que los superdeportivos de altas prestaciones sigan teniendo un hueco, como parece plantear este Mercedes Vision One-Eleven.