Pocas cosas hay tan placenteras como tener impoluto el coche. Pero no siempre es fácil: las condiciones climáticas externas, la entrada y salida de pasajeros, el desgaste… Para que tu automóvil brille con luz propia y esté siempre radiante tienes que seguir unas instrucciones. Recuerda que la limpieza del coche nunca es un tema menor… ¡Debes hacerlo correctamente y en el lugar adecuado!
Tu vehículo necesita cuidado tanto por dentro como por fuera. El salpicadero, las alfombrillas o los asientos merecen tanta atención como la pintura exterior, el capó, las ruedas, o los neumáticos. No finalices antes de tiempo el lavado de tu coche porque te has quedado sin dinero en la máquina de presión de agua. Si empiezas por el interior, no te olvidarás de realizar la limpieza que marca la diferencia: la del habitáculo.
2De las alfombrillas… ¡al salpicadero!
¿Has oído aquello de que lo importante es el interior? También se aplica a tu coche. En el caso del salpicadero, basta con preparar una solución casera con agua, un chorro de amoniaco y alcohol de limpiar (también sirve jabón). Ojo, no debes olvidarte de partes fundamentales, como el volante, donde se acumulan muchos gérmenes y suciedad, a veces imperceptible.
Humedece una bayeta de microfibras con la solución preparada y repasa todo el salpicadero para quitar el polvo y las manchas. Comienza por la parte más cercana a la luna delantera y después limpia de arriba a abajo.