Pocas cosas hay tan placenteras como tener impoluto el coche. Pero no siempre es fácil: las condiciones climáticas externas, la entrada y salida de pasajeros, el desgaste… Para que tu automóvil brille con luz propia y esté siempre radiante tienes que seguir unas instrucciones. Recuerda que la limpieza del coche nunca es un tema menor… ¡Debes hacerlo correctamente y en el lugar adecuado!
Tu vehículo necesita cuidado tanto por dentro como por fuera. El salpicadero, las alfombrillas o los asientos merecen tanta atención como la pintura exterior, el capó, las ruedas, o los neumáticos. No finalices antes de tiempo el lavado de tu coche porque te has quedado sin dinero en la máquina de presión de agua. Si empiezas por el interior, no te olvidarás de realizar la limpieza que marca la diferencia: la del habitáculo.
4Vamos con los neumáticos y las llantas
Hay gente que usa las herramientas y productos más cafres para limpiar esta zona del coche. Hazlo bien. Para limpiar las llantas y los neumáticos del coche utiliza un potente quitagrasas, ideal para elementos metálicos como motores, para desengrasar cubiertas y en general, para cualquier superficie que contenga algo de grasa y aceite.
Llena un cubo de agua y añade el producto seleccionado para la limpieza según las instrucciones del fabricante. Deja actuar el producto quitagrasa y frota con un cepillo específico para llantas. Cuando termines con la parte interior continúa con la parte frontal. Aclara cada pieza después de frotar para que no queden residuos abrasivos que puedan estropear tus neumáticos y llantas. ¿El toque final? Aplica con una esponja una capa de cera y abrillantador para los neumáticos.