Pocas cosas hay tan placenteras como tener impoluto el coche. Pero no siempre es fácil: las condiciones climáticas externas, la entrada y salida de pasajeros, el desgaste… Para que tu automóvil brille con luz propia y esté siempre radiante tienes que seguir unas instrucciones. Recuerda que la limpieza del coche nunca es un tema menor… ¡Debes hacerlo correctamente y en el lugar adecuado!
Tu vehículo necesita cuidado tanto por dentro como por fuera. El salpicadero, las alfombrillas o los asientos merecen tanta atención como la pintura exterior, el capó, las ruedas, o los neumáticos. No finalices antes de tiempo el lavado de tu coche porque te has quedado sin dinero en la máquina de presión de agua. Si empiezas por el interior, no te olvidarás de realizar la limpieza que marca la diferencia: la del habitáculo.
6Empezaste por las alfombrillas… ¡y terminas con los cristales!
Ya estás terminando. Limpiar el parabrisas es muy fácil, sólo hay que aplicar un producto especial para los cristales y pasar un paño limpio, o bien una gamuza mojada con agua.
No te olvides de los faros. La suciedad en los faros puede reducir su eficacia hasta en un 10%, por eso recomendable pasar de vez en cuando un trapo húmedo. En caso de que estén manchados de alquitrán, límpialos con un poco de aceite de linaza. Sigue este manual de buena conducta para con tu coche y conseguirás tenerlo siempre reluciente.