Las lluvias intensas y prolongadas suelen traer consigo una serie de problemas en las infraestructuras viales, siendo la aparición de baches uno de los más comunes y molestos para los conductores. Estos desperfectos no solo afectan la comodidad al conducir, sino que también representan un riesgo significativo para la seguridad vial y generan costes considerables en reparaciones tanto para los vehículos como para las propias carreteras.
Pero, ¿por qué las lluvias favorecen la formación de baches en las carreteras? Comprender este fenómeno requiere analizar cómo el agua interactúa con las superficies pavimentadas y los materiales que las componen.
3Materiales y técnicas de construcción: factores determinantes
La calidad de los materiales utilizados en la construcción de carreteras y las técnicas empleadas son factores determinantes en la resistencia del pavimento frente a las inclemencias del tiempo y el tráfico. El uso de materiales de baja calidad o la implementación de técnicas de construcción deficientes pueden resultar en superficies más susceptibles a la formación de grietas y, por ende, a la infiltración de agua. Por otro lado, la falta de mantenimiento preventivo, como la reparación oportuna de pequeñas fisuras, puede permitir que estas se conviertan en problemas mayores durante las temporadas de lluvia.
Innovaciones recientes en la ingeniería civil buscan mitigar estos problemas mediante el desarrollo de materiales más resistentes y duraderos. Por ejemplo, en el Reino Unido se ha comenzado a utilizar grafeno en la construcción de carreteras, un material conocido por su alta resistencia y ligereza. La incorporación de grafeno en el asfalto promete mejorar la durabilidad de las carreteras y reducir los costes de mantenimiento, al minimizar la aparición de grietas y baches, especialmente en condiciones de lluvia.