Los conductores recibimos a través de la vista el 90% de la información cuando vamos al volante. Sin embargo, hasta 6,5 millones de personas conducen con una visión inferior a la considerada normal (0,8) y cerca de 600.000 con menos visión que la mínima exigida legalmente para conducir.
Según los expertos, los conductores con peor visión tienen tres veces más accidentes que el resto. Unos datos que ponen de manifiesto la importancia de ver bien al volante y que han llevado a la asociación Visión y Vida a poner en marcha una campaña sobre salud visual en carretera bajo el lema «Yo no soy un lince», que cuenta con el apoyo de la Dirección General de Tráfico (DGT), del Servei Català de Trànsit y de la Dirección de Tráfico del Gobierno Vasco.
1Revisar la vista es fundamental
Esta iniciativa busca sensibilizar a la población con el mensaje ‘Yo no soy un lince’, informando de la importancia de contar con una buena visión a la hora de ponerse en carretera. “Si antes de realizar un viaje largo, revisamos el estado de los neumáticos, ¿cómo es posible que nos pongamos al volante con una mala visión?”, se pregunta Salvador Alsina, presidente de Visión y Vida.
La elección de los animales que protagonizan la campaña no ha sido casual. El lince, es el animal con una visión más precisa, capaz de ver un ratón a 70 metros de distancia. El águila tiene un campo visual de 340 grados, en lugar de los 180 del ser humano y con solo unos 60 grados de visión nítida. Y el búho tiene una visión nocturna muy precisa y mucho más desarrollada que la del resto de los animales.