En septiembre del año 2010 Mini revolucionaba el segmento de los crossover compactos y también a la promia marca cuando lanzaba al mercado la primera generación del Mini Countryman, un modelo del que la firma británica ha comercializado más de 540.000 unidades en todo el mundo. Más de 18.900 de ellas matriculadas en España.
Nueva plataforma
Siete años más tarde se pone a la venta la segunda generación de este exitoso todocamino, el cual comparte infinidad de elementos con sus otros hermanos de gama (recordemos que el Countryman es el quinto integrante de la actual familia Mini), además de con modelos como los BMW Serie 2 Active Tourer o BMW X1. Con estos últimos comparte su plataforma, la cual le ha permitido ganar mucho espacio en su interior. Y eso se nota nada más entrar a su habitáculo.
El puesto de conducción es mucho más ordenado que antes y como opción se ofrece un sistema de navegación con pantalla táctil. Sino, todo hay que hacerlo por medio de su mando central. Aparecen nuevos huecos portaobjetos y tiene una excelente visibilidad. Ahora puede ofrecer los últimos asistentes a la conducción, así como un Head-Up-Display opcional.
Mini también ha mejorado la calidad percibida en su interior. Para ello se han empleado materiales de alta calidad y ofrece unos buenos ajustes de todos ellos. No nos ha gustado que sus cinturones de seguridad no puedan regularse en altura y molestan si llevamos el asiento colocado muy bajo.
Mucho más espacio interior
Su nueva plataforma ha permitido incrementar su distancia entre ejes en 7,5 centímetros, por lo que ahora hay mucho más espacio en las plazas traseras, y eso se nota desde el momento inicial. Detrás caben tres adultos y además encontramos salidas de ventilación. El respaldo trasero es abatible en tres partes 40:20:40, que además permiten incrementar su capacidad de maletero, que arranca en unos buenos 450 litros. Eso son 100 más que su antecesor, pero sigue prescindiendo de la rueda de repuesto.
Ni qué decir tiene que este nuevo Mini Countryman sigue ofreciendo un sinfín de detalles con los que poder personalizar su interior y también su exterior. De esta forma, puedes crear «TU» Mini Countryman.
Cuatro motores para comenzar
En la primera toma de contacto nos hemos puesto al volante de las dos versiones más potentes que inicialmente van a llegar a España, pues también se venderán los Cooper con 136 CV y los Cooper D con 150 CV. Comenzamos con los Mini Countryman Cooper S, el cual estaba equipado con cambio automático Steptronic de 8 velocidades y también con la tracción All4, que es inteligente y no cuenta con bloqueo, por lo que reparte potencia entre sus cuatro ruedas en función de la adherencia del firme.
Recurre al potente motor 2.0 TwinPower Turbo y eroga 192 CV de potencia, más que suficientes para mover con mucha soltura al Mini más corpulento de todos los tiempos. Anda más que de sobra y su mecánica es muy suave y agradable. Ofrece tres modos de funcionamiento: Sport, Normal y Green. Se pueden seleccionar desde un mando que bordea la palanca de cambios y varía la gestión del motor, del cambio, de la dirección, del sonido del motor (artificial y por los altavoces) y también de la suspensión. No puede negar que es un Mini, y los ingenieros han querido darle ese toque tan especial con una dinámica muy viva y una dirección muy precisa, la cual ayuda a guiar a este crossover por el sitio elegido. Disimula su altura a la perfección y es verdaderamente divertido de conducir, si bien, las suspensiones son algo duras y eso se nota bastante si el firme no está en perfectas condiciones o si nos aventuramos a rodar por pistas off-road.
Con todo ello, esta versión marcó un consumo medio durante la prueba de 7,8 l/100 km, un dato bastante bueno y donde ayuda su Start-Stop y también la función «vela» que se activa en modo Green y que es exclusiva para las versiones con cambio automático.
También tuvimos ocasión de probar los Mini Countryman Cooper SD, también equipados con transmisión automática (en ambos es de 8 velocidades) y con tracción total All4. Esta unidad carecía de levas en el volante, que son opcionales y llamó la atención el poco amortiguado sonido de su motor diésel, un 2.0 TwinPower Turbo con 190 CV de potencia. En frío y también cuando aceleramos es muy patente ese sonido, algo que contrasta con la insonorización de los Cooper S.
Ahora bien, esta mecánica es verdaderamente enérgica y además más eficiente que el gasolina, pues bajó ese consumo en más de un litro. Para minimizar el consumo Mini también ha mejorado el Cx de su segunda generación del Countryman, que pasa de 0,34 a 0,32.
Si quieres uno de ellos decirte que ya lo tienes disponible en los concesionarios de la firma británica y aquí te dejamos sus precios:
– Mini Countryman Cooper 136 CV: 27.800 euros.
– Mini Countryman Cooper All4 136 CV: 30.000 euros.
– Mini Countryman Cooper S 192 CV: 31.500 euros.
– Mini Countryman Cooper S All4 192 CV: 33.700 euros.
– Mini Countryman John Cooper Works All4 231 CV: 38.700 euros.
– Mini Countryman Cooper D 150 CV: 30.000 euros.
– Mini Countryman Cooper D All4 150 CV: 32.200 euros.
– Mini Countryman Cooper SD 190 CV: 35.400 euros.
– Mini Countryman Cooper SD All4 190 CV: 37.600 euros.
– Mini Countryman Cooper SE All4 224 CV Plug-In: 37.600 euros.
Decir que tanto los deportivos Mini Countryman JCW de 231 CV como los Mini Countryman Cooper SE, que apuesta por una mecánica híbrida enchufable entrarán en producción el próximo 1 de marzo, por lo que no llegarán a los concesionarios hasta el próximo verano.