Nuestros compañeros de CarPix nos han pasado esta semana un paquete de fotos muy interesantes concernientes al nuevo Mini de la firma británica. Y es que para aquellos que estén concienciados con el medio ambiente hemos de decir que estáis de enhorabuena, ya que Mini va a sacar al mercado una versión eléctrica de su superventas. Tras el experimento que supuso el Mini E hace más de media década, y con la reciente llegada al mercado del Mini Countryman híbrido enchufable, la firma británica se pondrá al día y venderá en los concesionarios un modelo eléctrico puro.
Preparandose para todo
Pese a que el Mini eléctrico era una realidad que la propia marca confirmó con un concept car en el Salón del Automóvil de Los Ángeles 2017 a finales del pasado año, hasta ahora no habíamos podido ver una unidad de pruebas. Dicho modelo conceptual se sitúa como la antesala del futuro vehículo de producción que actualmente está en desarrollo.
Independientemente de todo el camuflaje usado por la marca, no hay margen a la duda de que el vehículo utilizado es un eléctrico. Entre otras cosas porque tiene una pegatina identificativa con el tipo de modelo con el que están trabajando. Partiendo de la base del Mini Hatch (el modelo de 3 puertas), lucirá un diseño con ciertos rasgos diferenciadores.
En comparación con el Mini Cooper convencional que podemos encontrar hoy en día, el modelo totalmente eléctrico lucirá una distintivo con la letra «E» haciendo referencia a su mecánica así como un frontal y una zaga distintiva. Se espera que utilice la nueva mecánica del renovado i3, con una potencia en torno a los 184 CV y 270 Nm de par. Su autonomía estaría en torno a los 230-240 km, no obstante habrá que esperar a su llegada en 2019 para ver si estos datos varían o no.
Estas pruebas de invierno a las que está siendo sometido el futuro Mini eléctrico son muy importantes ya que las temperaturas extremas (tanto de calor como de frío) afectan de manera directa a la autonomía y demás componentes eléctricos del vehículo.
