Si sufres miopía o astigmatismo, despistarte al volante te puede salir más caro que al resto de conductores. Según un estudio universitario desviar la mirada cuando se conduce implica mayor riesgo cuando se padece algún tipo de enfermedad visual como miopía, hipermetropía o astigmatismo.
Despistarse al volante por un segundo puede tener resultados nefastos para cualquier conductor, por eso la Dirección General de Tráfico (DGT) ha endurecido tanto las sanciones en acciones como el uso del teléfono móvil, uno de los principales distractores al volante. Pero en el caso de los conductores con miopía y otros defectos ópticos, se ha descubierto que las distracciones son más peligrosas.
1Conducir con miopía o astigmatismo supone un mayor riesgo
En un estudio realizado por el Departamento de Óptica de la Universidad de Granada y el Laboratorio de Óptica de la Universidad de Murcia, se ha descubierto que los conductores con miopía o el astigmatismo ponen más en riesgo su seguridad a la hora de tener que realizar tareas mientras conducen como mirar el Google Maps o buscar señales de tráfico.
Estas universidades han estudiado el efecto del desenfoque en la visión periférica a la hora de realizar una tarea secundaria durante la conducción, como las citadas anteriormente. La conclusión de los investigadores es que las personas que padecen miopía, hipermetropía y astigmatismo en visión periférica tienen un mayor peligro cuando realizan tareas que les obligan a apartar los ojos de la carretera, como el uso del navegador.