Si sufres miopía o astigmatismo, despistarte al volante te puede salir más caro que al resto de conductores. Según un estudio universitario desviar la mirada cuando se conduce implica mayor riesgo cuando se padece algún tipo de enfermedad visual como miopía, hipermetropía o astigmatismo.
Despistarse al volante por un segundo puede tener resultados nefastos para cualquier conductor, por eso la Dirección General de Tráfico (DGT) ha endurecido tanto las sanciones en acciones como el uso del teléfono móvil, uno de los principales distractores al volante. Pero en el caso de los conductores con miopía y otros defectos ópticos, se ha descubierto que las distracciones son más peligrosas.
3Los despistes al volante son más peligrosos
Los resultados obtenidos reflejaron un deterioro de la agudeza visual, que es la capacidad para distinguir detalles. Además, también demostraron que existían problemas en la sensibilidad al contraste con los distintos desenfoques, esta característica es la capacidad para distinguir entre el contraste claro–oscuro.
Los expertos se dieron cuenta de que el nivel de deterioro aumentaba según crecía el grado de desenfoque de miopía e hipermetropía y, también para el astigmatismo. Cuando los sujetos del experimento realizaban tareas secundarias con las gafas que simulaban el emborronamiento de la visión periférica, fue cuando se registraron los resultados más altos de peligrosidad.