Matricular en Europa más de 100.000 unidades desde el año 2013 y convertirse en el vehículo híbrido enchufable más vendido en Europa en los años 2015, 2016 y 2017 (y ojo porque en 2018 va por el mismo camino) sólo está al alcance del Mitsubishi Outlander PHEV, un SUV que ha sabido hacerse un hueco entre los vehículos más respetuosos con el medio ambiente en todo el mundo.
Ahora el buque insignia de la firma de los tres diamantes estrena importantes novedades para mantenerse en la cima, ante unos rivales que llegan pisando fuerte a por un trozo del pastel que se ha ido ganando en todo este tiempo.
Ligeras pinceladas estéticas
Esas novedades no sólo afectan a un nuevo diseño de su parrilla Dynamic Shield o a la llegada de unos avanzados faros Bi-LED que son de serie en el nivel de equipamiento Kaiteki. También van más allá de unos nuevos tapizados -sorprende el cuero con patrón de diamante de serie en los mencionados Kaiteki-, plásticos mullidos o relojes en su habitáculo.
Y es que lo más importante de este nuevo Mitsubishi Outlander PHEV es lo que no se ve. Los ingenieros de la firma de los tres diamantes han revisado por completo su mecánica híbrida enchufable, comenzando por el motor de combustión, que pasa de ser un 2.0 a un 2.4 MIVEC con ciclo de funcionamiento Atkinson (así pasa de 121 a 135 CV de potencia). No contentos con ello, también han sacado 13 CV extra al motor eléctrico posterior (sube de 82 a 95 CV), han revisado por completo su sofisticada gestión electrónica y ahora su batería de iones de litio pasa de 12,0 a 13,8 kWh. ¿Te parecen pocos cambios?
Si bien, las dimensiones de este espacioso SUV permanecen sin cambios, por lo que mantiene sus 4,70 metros de longitud, suficientes para poder acomodar en su interior a cinco ocupantes y presumir de una capacidad de maletero que puede oscilar entre 498 y 1.602 litros. Decir que Mitsubishi aprovecha esta renovación para instalar dos tomas de corriente en su interior (sólo en los Kaiteki) en las que podemos enchufar aparatos eléctricos de hasta 1.500 vatios. Vamos que puedes poner un aspirador, la cafetera, la lavadora…
Pero todas estas mejoras hay que comprobarlas en marcha, más cuando he tenido la oportunidad de haber podido conducir las generaciones anteriores de este Mitsubishi Outlander PHEV.
Más sencillo llegar a esos 54 kilómetros
Como te hemos dicho, su formato SUV le confiere un optimo acceso, mucho espacio y una mejor visibilidad. Desde su puesto de conducción todo queda a mano -salvo el botón para controlar el ordenador de abordo, algo oculto- y es verdaderamente sencillo familiarizarse con el. Con las pilas cargadas comenzamos a movernos y nos transmite mucha calidad. Eso se nota en las primeras de cambio, pues el motor térmico está en silencio y no enmascara los posibles ajustes defectuosos o ruidos parásitos.
Los 82 CV del motor delantero y los 95 CV del trasero permiten excelentes prestaciones sin que tenga que entrar en acción su nuevo propulsor 2.4 MIVEC. Si deseas sacar el máximo partido a sus 13,8 kWh lo mejor es activar el modo ECO, prescindir de la climatización y mimar el gas. Así ahora es mucho más sencillo lograr esos 54 kilómetros en modo eléctrico homologados en el nuevo ciclo WLTP, cosa que antes costaba. Y eso que su antecesor también anunciaba la misma autonomía.
Esa mayor potencia eléctrica, además de permite ofrecer mejores prestaciones (necesita 10,5 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h y 3,7 segundos para recuperar de 80 a 120 km/h, cuando antes demandaba 10,8 y 4,3 segundos respectivamente), ayuda a que su velocidad máxima en modo eléctrico haya pasado de 120 a 135 km/h. Eso sí, en modo híbrido limitan su velocidad máxima a 170 km/h, como antes.
Hablando de modos, mantiene los programas 'SAVE', que nos permite guardar la energía que tenemos en ese momento para consumirla más tarde, además del programa 'CHARGE', poco eficiente y en desuso, pero que nos recarga la batería con la energía sobrante del motor térmico. Por si todo esto fuera poco, Mitsubishi también estrena los modos de conducción Sport y 4WD.
Ha pasado de 203 a 230 CV
Cuando la batería se agota, el Outlander PHEV trabaja como un híbrido capaz de proporcionar 230 CV de potencia -antes se conformaba con 203 CV-. Ese plus de energía se nota y ahora reacciona con una mayor prontitud si pisamos al acelerador con energía. Y ojo porque también se agradece la mejor insonorización, que hace que el 2.4 MIVEC parezca que no está activo.
Es cierto que en modo híbrido el Outlander PHEV no es tan eficiente como un turismo de mecánica equivalente, además de que su peso se nota, pues son 1.955 kilos. Para detenerlo mejor, Mitsubishi también ha decidido usar unos discos delanteros que pasan de 294 a 320 milímetros de diámetro.
Su efectivo sistema de tracción total S-AWD pone ese punto de seguridad y diversión al volante de este Outlander PHEV, cuyas levas metálicas y fijas no son para cambiar de marcha, sino para variar el nivel de retención de sus motores eléctricos, algo que engancha (van desde B0 a B5).
Lo primero que debes saber es si este Outlander PHEV se adapta a tus necesidades, pues si diariamente no recorres muchos más de esos 54 kilómetros que te permite recorrer en eléctrico, te sale a cuenta. Sólo tendrás que dejarlo enchufado 5,5 horas para tener su batería lista y disfrutar intentando arañar kilómetros cada día. Y ojo al enchufarlo, pues su toma no se bloquea al cerrar el vehículo y algún 'gracioso' te lo podría desenchufar sin problema (ahora hay un hueco para poder ponerle un candado, un solución un tanto, básica).
Por cierto, estos 54 kilómetros le permiten beneficiarse de la etiqueta '0 emisiones', lo que se convierte en un importante plus en las grandes ciudades.
Si haces muchos más de esos 54 kilómetros tendrás que echar números. Aunque anuncia un consumo medio de 1,8 l/100 km, ten en cuenta que su volumen y su peso son un lastre importante a la hora de avanzar y en viajes largos piensa que gastará como un diésel de potencia equivalente y rondar los 7 u 8 l/100 km será tónica habitual, y los 45 litros que caben en su depósito no darán para mucho.
Desde 33.295 euros con descuentos
Su antecesor sólo estaba disponible con el nivel de equipamiento Kaiteki, pero ahora se ofrece además el Motion, con el que nos ahorramos unos considerables 4.825 euros. Es cierto que renunciamos a algunos detalles como los faros Bi-LED, los asientos de cuero, las tomas de 1.500 vatios en su interior o una aplicación para interactuar con el coche hasta 30 metros de distancia y pode programar la climatización o la carga. Pero también es cierto que con todos los descuentos posibles (no los han confirmado pero podrían rondar los 7.000 euros), un Motion arranca en unos ajustados 33.295 euros, mientras que el Kaiteki se va hasta los 38.120 euros.