Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior, ha vuelto a poner la seguridad vial en el centro del debate público al anunciar cifras que, aunque mejoran en ciertos aspectos, todavía son «inasumibles». Las estadísticas de 2024 no dejan lugar a dudas: 1.154 personas perdieron la vida en accidentes de tráfico en vías interurbanas, la cifra más alta desde 2019. Pero más allá de los números, es una propuesta polémica de la Dirección General de Tráfico (DGT) lo que ha encendido las alarmas en el sector de las autoescuelas.
3¿Qué dice la evidencia en otros países?
En países como Estados Unidos o Reino Unido, donde este modelo es común, los resultados son mixtos. Si bien es cierto que la flexibilidad para aprender a conducir puede reducir los costos iniciales, los índices de siniestralidad entre conductores noveles tienden a ser más altos en comparación con países como España, donde la formación es más estricta. Además, en estos países se exige que los tutores cumplan ciertos requisitos, como tener una licencia sin infracciones graves y, en algunos casos, completar un curso básico de formación como tutores.
En España, implementar este sistema implicaría desarrollar una regulación detallada y controles estrictos para evitar que el modelo se convierta en una vía rápida hacia el carne sin garantías de seguridad.