Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior, ha vuelto a poner la seguridad vial en el centro del debate público al anunciar cifras que, aunque mejoran en ciertos aspectos, todavía son «inasumibles». Las estadísticas de 2024 no dejan lugar a dudas: 1.154 personas perdieron la vida en accidentes de tráfico en vías interurbanas, la cifra más alta desde 2019. Pero más allá de los números, es una propuesta polémica de la Dirección General de Tráfico (DGT) lo que ha encendido las alarmas en el sector de las autoescuelas.
4Una siniestralidad inaceptable
La posible implementación de este modelo se suma a un contexto preocupante de siniestralidad. Las cifras de 2024 muestran que, aunque el último trimestre del año registró un descenso del 7% en víctimas mortales respecto a 2023, el balance anual sigue siendo trágico. Además, el número de accidentes con múltiples víctimas ha aumentado un 15%, un dato que pone de manifiesto la necesidad de seguir trabajando en la prevención.
Por otro lado, la mortalidad entre conductores de furgonetas ha crecido un 98%, lo que ha llevado a la DGT a anunciar un estudio específico sobre este tipo de siniestros. Los accidentes en autopistas y autovías también han aumentado un 7%, lo que podría reconfigurar la estrategia de distribución de radares, priorizando estas vías frente a las convencionales.