El éxito de los SUV y la electrificación de la automoción son dos vertientes opuestas que tarde o temprano van a acabar colisionando. El mercado automovilístico vive en una paradoja constante marcada por las legislaciones cada vez más severas con los vehículos contaminantes.
Todas las leyes están encaminadas a la electrificación de la automoción y al uso de vehículos cada vez más eficientes y con menos emisiones. Este camino emprendido, choca con la realidad en muchos aspectos, y uno de ellos es la tendencia de diseño que reina en la actualidad, la de los SUV. Estos 4×4 urbanos están destinados a desentonar en el escenario de movilidad ecologista con el que sueñan tantas organizaciones.
5Emiten más CO2 que otros coches
Hay que tener en cuenta que no es lo mismo C02 que NOx. Se considera que las partículas de NOx son las responsables del deterioro de la calidad del aire. Estas pueden ser mayores en función del tipo de combustible empleado o del año de fabricación. Por eso las instituciones han lastrado paulatinamente la utilización de coches diésel y están empezando a restringir la circulación en las ciudades de los coches sin etiqueta.
Sin embargo, el aumento del CO2 también tiene implicaciones directas muy perjudiciales en materia medioambiental. Lo que provoca cada vez más críticas hacia este diseño tan popular, que a su vez, tampoco es la opción más aerodinámica posible.