Con la llegada del invierno y las nevadas, es habitual ver a las quitanieves trabajando incansablemente para mantener las carreteras transitables. Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué se echa sal? La respuesta está en la ciencia y la economía, que se combinan para garantizar que los desplazamientos invernales sean lo más seguros posible.
La nieve y el hielo son enemigos de la conducción segura. Y aquí es donde entra en juego la sal. Al esparcirse sobre ambos, reduce el punto de congelación del agua, impidiendo que solidifique y ayudando a derretir la capa ya formada. El proceso es una herramienta vital para mantener las carreteras seguras en invierno.
2La sal: una solución eficaz y económica
![](https://www.motor16.com/wp-content/uploads/2024/12/Distancia-seguridad-nieve-hielo.webp)
Cuando se trata de mantener las carreteras libres de hielo, la rentabilidad es un factor crucial. La sal, o cloruro sódico, no solo es eficaz para bajar el punto de congelación del agua; también es asequible y fácil de distribuir. Ello la convierte en la opción preferida por los equipos de mantenimiento de carreteras.
Otra ventaja es que es abundante y fácil de almacenar. Y su aplicación es sencilla: basta con esparcirla sobre la superficie de la carretera, donde comienza a actuar casi de inmediato al entrar en contacto con la nieve o el hielo. El proceso genera una solución salina que impide la formación de más hielo y ayuda a quitar el ya existente.