Una reciente tragedia en Toronto ha vuelto a poner bajo escrutinio la seguridad de los Tesla Model X, particularmente por sus icónicas puertas Falcon Wing. El accidente, que dejó un saldo fatal de cuatro personas muertas y una herida, ha generado inquietudes en torno al diseño electrónico de estas puertas y su funcionamiento en emergencias.
El siniestro ocurrió cuando el vehículo, con cinco ocupantes de entre 20 y 32 años, se estrelló contra un pilar y estalló en llamas. Mientras el fuego consumía el automóvil, una mujer de veinte años logró escapar con la ayuda de un transeúnte que rompió una ventana para liberarla. Lamentablemente, las otras cuatro personas no corrieron la misma suerte, atrapadas dentro debido a una avería que impidió que las puertas se abrieran.
Las peligrosas puertas falcon de Tesla
El sistema de las puertas Falcon Wing es un emblema de la tecnología avanzada de Tesla. Sin embargo, su dependencia de la energía eléctrica para abrirse plantea un grave problema en situaciones donde el suministro de energía se interrumpe tras un accidente. En este caso, la falta de un sistema de desbloqueo manual contribuyó directamente a las consecuencias mortales. Este no es el primer incidente que pone en evidencia esta vulnerabilidad: informes previos señalan otros casos donde las características electrónicas de estos modelos han fallado en situaciones críticas.
La automotriz californiana ha defendido su diseño, argumentando que las puertas Falcon Wing están equipadas con múltiples sensores para prevenir bloqueos o fallos en condiciones normales. Sin embargo, críticos y expertos en seguridad han señalado que los protocolos de emergencia en estos vehículos no cumplen con estándares que prioricen la rapidez y la facilidad de evacuación.
¿Tiene responsabilidad Tesla de esta tragedia?
La trágica muerte de estas cuatro personas reabre el debate sobre la responsabilidad de los fabricantes de vehículos de alta tecnología frente a la seguridad pasiva. ¿Es suficiente ofrecer innovaciones futuristas si comprometen funciones básicas como la posibilidad de escapar del coche en una emergencia? Estas preguntas exigen respuestas claras y acciones contundentes de parte de Tesla y otros fabricantes que apuestan por la automatización completa.
A medida que la tecnología automotriz avanza, también lo hacen los riesgos asociados a su uso. En este caso, la innovación de las puertas Falcon Wing, que alguna vez se promocionó como un avance estético y funcional, se ha convertido en un recordatorio sombrío de que incluso los avances más admirados deben estar sujetos a rigurosas evaluaciones de seguridad.