Desde hace algún tiempo, se ha hablado mucho sobre la llegada de los coches eléctricos chinos a Europa y su posible impacto en el mercado. Sin embargo, a pesar de las expectativas iniciales de precios competitivos, la realidad es que los coches eléctricos chinos no están causando la revolución que se anticipaba.
A lo largo de las siguientes líneas, exploraremos las razones que se esconden detrás de este fenómeno y por qué los precios no están siendo precisamente el arma de destrucción masiva que todos podíamos llegar a esperar.
3La reticencia de los consumidores
La consecuencia más notable de estos precios no tan bajos es que los consumidores todavía son reacios a dar el salto a los coches eléctricos. Harald Proff, un experto en este ámbito, señala que «Para que el coche eléctrico llegue a las masas, esta diferencia de costes tiene que reducirse». La pregunta clave es por qué, si los chinos tienen una ventaja en los costes de las baterías, sus modelos no son mucho más baratos.