Desde hace algún tiempo, se ha hablado mucho sobre la llegada de los coches eléctricos chinos a Europa y su posible impacto en el mercado. Sin embargo, a pesar de las expectativas iniciales de precios competitivos, la realidad es que los coches eléctricos chinos no están causando la revolución que se anticipaba.
A lo largo de las siguientes líneas, exploraremos las razones que se esconden detrás de este fenómeno y por qué los precios no están siendo precisamente el arma de destrucción masiva que todos podíamos llegar a esperar.
4¿Se aprovechan las marcas chinas de los suculentos márgenes de venta?
Aquí es donde la situación se vuelve interesante. Los fabricantes chinos controlan gran parte de los recursos necesarios para la producción de baterías y, en teoría, podrían reducir los precios al máximo para acelerar la adopción de los coches eléctricos. Sin embargo, hasta ahora, no parece que estén dispuestos a hacerlo. Parece que están aprovechando los márgenes de beneficio de sus modelos y no trasladan completamente los ahorros en costes de baterías a los clientes.