Y es que, reconozcámoslo, la sensación de libertad y empoderamiento a los mandos de una moto, cuando la pericia y experiencia determinan un estilo de conducción o unas capacidades extras, son una tentación casi inevitable y una ocasión nada despreciable de resaltar el protagonismo.
4Lo que no debes hacer con la moto
Entre las actitudes mas vigiladas en cuanto a esta seguridad se refiere, están la temeridad y la imprudencia. Claramente en contra del principio de estabilidad, estas actitudes son castigadas siempre desde la gravedad que suponen como infracciones, y entre ellas, y especialmente sobre los conductores de motos, por su exhibicionismo, los caballitos y derrapes o los zig- zageos cuando circulan en vías de varios carriles masificadas, son las mas típicas.
Si eres de los afortunados que puedes salir y viajar en moto, mejor. Porque eso del viento en tu pelo, la sensación de libertad en la carretera, sientan muy bien. Pero hay que tener mucho cuidado con estos vehículos porque, muchas veces, con un pequeño fallo puedes tener la pérdida de control del vehículo y tener un accidente.