El color del humo puede ser el mejor chivato posible de los problemas mecánicos que tiene el motor de tu coche. Sencillamente puede ‘avisarte’ de ellos, y la prevención y el mantenimiento son puntos críticos para evitar que la cosa avance y desemboque en algo peor. Los gases de escape son una buena señal de problemas, de mayor o menor gravedad, porque a fin de cuentas forman parte del final del funcionamiento de la mecánica.
Lo mejor que podemos hacer, por tanto, es abordar el tema de los colores que puede adoptar el humo que sale por el tubo de escape (no por el capó, que eso sería otra historia). Diagnósticos mejores habrá a partir de análisis más técnicos pero no tan reveladores a simple vista. Porque, en función del funcionamiento de la mecánica, podemos encontrar un color del humo u otro. Conocer qué significa cada uno de ellos, permitirá actuar en consecuencia y aplicar rápidamente la solución que corresponda.
3Humo blanco por el tubo de escape
Seguimos repasando colores y nos queda uno muy habitual: la fumata blanca. En este caso, «habemus» quema de líquido refrigerante. Si está ocurriendo esto, el humo blanco debería ser bastante denso, y no desaparecerá aunque el coche lleve funcionando, e incluso circulando, durante un buen rato.
Estos problemas pueden originarse en la junta de la culata. Si tenemos fallos aquí, perderemos rendimiento y podemos llegar a sufrir subidas de temperatura que generen mayores problemas en la mecánica. También podría deberse, sencillamente, a una fuga en el circuito de refrigeración por problemas en el propio circuito, o bien en el radiador de nuestro coche.