El mantenimiento adecuado de un motor no solo depende de revisiones mecánicas periódicas, sino también de la calidad del combustible que utilizamos. Según expertos, la clave para prolongar la vida útil de tu motor y garantizar su óptimo rendimiento está en la proporción 3 a 1. Esta práctica, que implica alternar combustibles low-cost con premium, es una solución sencilla que no depende de la marca donde repostes, ya sea Repsol, Cepsa, BP o Galp.
2Beneficios de aplicar esta proporción
Uno de los principales beneficios de seguir la proporción 3 a 1 es la prevención de averías costosas. Los residuos acumulados por el uso constante de gasolina low-cost pueden obstruir los inyectores, afectar la combustión y, en el largo plazo, causar daños irreparables. El combustible premium actúa como un limpiador, eliminando estos residuos y manteniendo el motor en condiciones óptimas.
Además, el uso ocasional de combustible premium mejora el rendimiento del vehículo, proporcionando una combustión más eficiente y, en consecuencia, un mejor aprovechamiento de la energía del carburante. Esto no solo ayuda a reducir el desgaste del motor, sino que también mejora la experiencia de conducción.