El mantenimiento adecuado de un motor no solo depende de revisiones mecánicas periódicas, sino también de la calidad del combustible que utilizamos. Según expertos, la clave para prolongar la vida útil de tu motor y garantizar su óptimo rendimiento está en la proporción 3 a 1. Esta práctica, que implica alternar combustibles low-cost con premium, es una solución sencilla que no depende de la marca donde repostes, ya sea Repsol, Cepsa, BP o Galp.
4Cómo afecta esta práctica a diferentes tipos de vehículos
La proporción 3 a 1 no solo es útil para coches convencionales, sino también para vehículos de alta gama, que suelen ser más exigentes con la calidad del combustible. Los motores avanzados están diseñados para trabajar con mayor precisión y, por lo tanto, son más susceptibles a los residuos acumulados. Aplicar esta estrategia garantiza que incluso estos vehículos se mantengan en perfecto estado.
En vehículos más antiguos, el uso ocasional de gasolina premium también puede ayudar a compensar el desgaste natural de sus componentes, prolongando su vida útil y mejorando su rendimiento general. Por ello, esta práctica es válida para cualquier coche, independientemente de su antigüedad o sofisticación tecnológica.