En la vida, las cosas normalmente deben estar bien engrasadas para que todo funcione. Es el secreto detrás de una buena maquinaria… también en el motor de tu coche. El aceite es una parte fundamental para el correcto funcionamiento del motor porque su misión es lubricar las distintas partes del mismo, buscando que no se rocen ni se produzcan daños en estas piezas.
Se lubrican, por ejemplo, las paredes de los cilindros cuando el pistón realiza los movimientos de compresión y expansión, una lubricación que debe ser renovada cada cierto tiempo. Ahora bien, ¿y si no lo cambiáramos nunca? Seguramente lo has pensado en alguna ocasión… pero no te has atrevido a probarlo. Es normal, y menos que te atreverás después de leer esto.
2Taponamiento del filtro por acumulación de suciedad
Como te avanzamos, el taponamiento del filtro debido a la acumulación de suciedad es uno de los resultados más evidentes de no cambiar el aceite. ¿La explicación? Con el paso del tiempo, se acumula gran cantidad de suciedad en el propio aceite, con efectos nocivos para el propulsor. Si lo dejas pasar más de lo normal, llegará un punto de no retorno en el que la suciedad será tan importante que ocasionará un problema de taponamiento en el circuito… con mala solución.