En la vida, las cosas normalmente deben estar bien engrasadas para que todo funcione. Es el secreto detrás de una buena maquinaria… también en el motor de tu coche. El aceite es una parte fundamental para el correcto funcionamiento del motor porque su misión es lubricar las distintas partes del mismo, buscando que no se rocen ni se produzcan daños en estas piezas.
Se lubrican, por ejemplo, las paredes de los cilindros cuando el pistón realiza los movimientos de compresión y expansión, una lubricación que debe ser renovada cada cierto tiempo. Ahora bien, ¿y si no lo cambiáramos nunca? Seguramente lo has pensado en alguna ocasión… pero no te has atrevido a probarlo. Es normal, y menos que te atreverás después de leer esto.
3Ruidos provocados por falta de aceite
Con lubricante de sobra, el motor va como la seda y no notarás el trabajo que tiene que hacer tu coche en tus trayectos cotidianos, pero si se queda sin aceite será otro cantar. Prepárate para ruidos de lo más extraños, como si de un taller metalúrgico se tratara, porque unas piezas chocarán con otras, ampliándose seriamente la fricción.
Esto no es ninguna tontería, ya que puede ir más allá de un chirrido… Puede romperse alguna pieza del motor, dando lugar a una cuantiosa avería. Suelen ser habituales, por ejemplo, las roturas de casquillos de biela, que necesitan el aceite para disminuir al máximo su rozamiento.
