La policía valenciana está enfrentando un desafío sin precedentes: un grupo de motoristas que, con temerarias maniobras y velocidad extrema, están causando estragos en las calles. Lo que podría parecer una escena sacada de una película de acción se ha convertido en una preocupación diaria para las autoridades locales, quienes luchan por mantener el orden mientras intentan capturar a estos modernos ‘Ghost Riders’.
5¿Qué se puede hacer?
Resolver este problema no es tarea fácil. Requiere de una combinación de medidas legales, tecnológicas y educativas. Por un lado, es necesario endurecer las sanciones contra este tipo de conductas, incluyendo la incautación de motos y penas de cárcel para los reincidentes. Por otro, las autoridades deberán trabajar en campañas de concienciación que desmitifiquen la ‘gloria’ asociada a estas acciones.
También sería beneficioso fomentar actividades legales y seguras para los amantes de las motocicletas, como eventos de competición en circuitos cerrados. Por ejemplo, a tan solo unos 30 km de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, se encuentra el circuito Ricardo Tormo, que podría ser un buen escenario. Estas alternativas podrían canalizar la pasión por la velocidad de manera responsable, reduciendo la necesidad de estos ‘Ghost Riders’ de buscar emociones fuertes en las calles.
