La movilidad urbana se encuentra en una encrucijada. Europa ha trazado un ambicioso plan para reducir periódicamente las emisiones de CO2 y encaminarse hacia un futuro más limpio y saludable. Sin embargo, este cambio hacia la movilidad sostenible no es barato. El último informe del Instituto Europeo de Tecnología e Innovación (EIT), titulado «Coste y Beneficio de la Transición a la Movilidad Urbana», pone sobre la mesa una cifra que resulta asombrosa: 1,5 trillones de euros. Esta colosal inversión será necesaria para transformar el transporte urbano en las ciudades europeas de más de 50.000 habitantes para el año 2050.
2¿Qué beneficios obtendremos al cambio?
Si bien la cifra de 1,5 trillones de euros puede asustar, el informe también destaca los beneficios que se derivarían de estas inversiones. No solo se trata de un medio ambiente más limpio, sino de mejoras significativas en la salud pública y en la seguridad vial. Por ejemplo, fomentar el uso de modos de transporte activos, como caminar o andar en bicicleta, podría generar un ahorro de hasta 1.170 euros per cápita en costes de salud para 2050. Además, la mejora de las infraestructuras y la adopción de tecnologías inteligentes podrían reducir las muertes por accidentes de tráfico en hasta un 70%.
Otro aspecto importante es la justicia social. El transporte público no solo es la opción más efectiva para reducir las emisiones de CO2, sino que también es el más inclusivo, beneficiando a todos los segmentos de la población, independientemente de su nivel socioeconómico. Esto convierte al transporte público en la columna vertebral de una transición justa hacia una movilidad sostenible.