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sábado, 23 noviembre 2024

La movilidad eléctrica sigue sin calar en España

Reducir las emisiones del transporte es un mandato de Europa, que en 2035 dejará de comercializar vehículos propulsados por combustibles tradicionales como el diésel o la gasolina y también los híbridos no enchufables. Pero para lograr ese ambicioso objetivo los países deben estar preparados para la movilidad eléctrica, algo en lo que España, de momento, suspende.

El acceso a la compra y las dudas sobre la recarga de los vehículos eléctricos son los grandes escollos que desmotivan a los consumidores y que frenan el cumplimiento de los compromisos marcados por Europa en materia de descarbonización. Esto hace que España haya cerrado 2022 en el «vagón de cola» europeo en materia de movilidad eléctrica. Así de contundente se muestra la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) en su último Barómetro de Electromovilidad, un indicador que mide la penetración del vehículo eléctrico y de la infraestructura de recarga en nuestro país.

Barometro electromovilidad Anfac 2022 Motor16

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Solo por delante de Hungría en cargadores

En 2022, se han abierto en nuestro país 4.717 nuevos puntos de recarga de acceso público, alcanzando un total de 18.128 en toda España. Pese a ello, en España seguimos en las últimas posiciones en lo que a infraestructura de recarga eléctrica se refiere, situándonos solo por delante de Hungría (ver gráfico, arriba).

El aumento registrado en el último año es insuficiente para alcanzar el objetivo marcado de tener 45.000 puntos de recarga de acceso público, necesarios para dar cobertura al objetivo del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC) y también será difícil alcanzar las metas que marca el Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia del Gobierno, que fijan para 2023 entre 80.000 y 100.000 puntos de recarga eléctrica de acceso público y 250.000 vehículos electrificados.

Recarga eléctrica.