La recién aprobada Ley de Movilidad Sostenible ha despertado la atención de la ciudadanía, pero, como suele ocurrir, la letra pequeña de la normativa puede tener consecuencias que no gusten a todos. Analicemos los aspectos más destacados de esta ley que promete transformar la movilidad en España.
1Movilidad como derecho social: ¿realidad o eslogan?
La declaración de esta cuestión como un «derecho social» suena prometedora, pero, ¿cómo se traduce esto en la práctica? La ley destaca que busca responder a las necesidades reales de los ciudadanos y abordar los desafíos del siglo XXI. Sin embargo, la implementación efectiva de este derecho dependerá de las medidas concretas que se adopten y de su impacto en la vida cotidiana de los ciudadanos.