Repsol ha tomado la delantera en el competitivo mercado de las estaciones de servicio con una estrategia que va más allá de la oferta tradicional de carburantes. En lugar de centrarse únicamente en ofrecer precios bajos, como hacen las gasolineras ‘low cost’, la compañía ha optado por diversificar sus servicios y apostar por una transición energética. Con la creación de lo que llama la “estación de servicio del futuro”, Repsol busca ofrecer una oferta multienergética que incluye combustibles renovables, puntos de recarga para vehículos eléctricos y AutoGas, todo ello mientras mantiene su oferta tradicional de gasolina y diésel.
Este enfoque no solo responde a la necesidad de adaptarse a las nuevas exigencias medioambientales, sino también a diferenciarse de sus competidores, tanto en el segmento premium como en el de bajo coste. Su estrategia podría servir de modelo para otras compañías del sector, como BP, Galp o Cepsa, que todavía no han avanzado tanto en la diversificación.
2Crecimiento en combustibles renovables
Uno de los aspectos más destacables de la estrategia de Repsol es su rápida expansión en el ámbito de los combustibles renovables. A finales de 2023, la empresa ya suministraba combustible renovable en 407 estaciones, con planes de aumentar esta cifra a 600 para fin de año, y a 1.500 en 2025. Los combustibles renovables que ofrece Repsol permiten una reducción de hasta un 90% de las emisiones netas de CO2, lo que les convierte en una alternativa más ecológica a los carburantes convencionales.
Este crecimiento ha sido facilitado por el hecho de que estos combustibles no requieren cambios en la infraestructura existente de las estaciones de servicio. Esto ha permitido a Repsol expandir su oferta de manera más rápida y eficiente, adelantándose a sus competidores en este segmento. Para BP, Galp o Cepsa, seguir este ejemplo podría ser una vía interesante para diversificar su oferta y responder a la creciente demanda de soluciones más sostenibles.
