Repsol ha tomado la delantera en el competitivo mercado de las estaciones de servicio con una estrategia que va más allá de la oferta tradicional de carburantes. En lugar de centrarse únicamente en ofrecer precios bajos, como hacen las gasolineras ‘low cost’, la compañía ha optado por diversificar sus servicios y apostar por una transición energética. Con la creación de lo que llama la “estación de servicio del futuro”, Repsol busca ofrecer una oferta multienergética que incluye combustibles renovables, puntos de recarga para vehículos eléctricos y AutoGas, todo ello mientras mantiene su oferta tradicional de gasolina y diésel.
Este enfoque no solo responde a la necesidad de adaptarse a las nuevas exigencias medioambientales, sino también a diferenciarse de sus competidores, tanto en el segmento premium como en el de bajo coste. Su estrategia podría servir de modelo para otras compañías del sector, como BP, Galp o Cepsa, que todavía no han avanzado tanto en la diversificación.
3Impulso a la recarga eléctrica
Repsol también ha tomado la delantera en el sector de la recarga eléctrica para vehículos. Actualmente, la compañía cuenta con más de 2.300 puntos de recarga en España y su objetivo es instalar puntos cada 50 kilómetros en los principales corredores viarios de la Península Ibérica. Este crecimiento en infraestructura de recarga es clave en un contexto donde los vehículos eléctricos están ganando cuota de mercado.
La gama de puntos de recarga que ofrece Repsol varía en potencia, desde 50 kW hasta 400 kW, lo que permite a los conductores recargar sus vehículos de manera rápida y eficiente. La expansión de esta red no solo refuerza la posición de Repsol en el sector energético, sino que también presiona a otras grandes petroleras a seguir el mismo camino si no quieren quedarse atrás en la carrera por la electrificación.