Echar gasolina es una tarea que todos los conductores realizan con frecuencia. Lo hacemos casi de manera automática, sin detenernos a pensar en los posibles riesgos y en las reglas que debemos seguir para evitar problemas. Sin embargo, lo que muchos no saben es que una acción tan cotidiana como repostar puede llevar a una multa de 100 €. Y no, no por hablar por el móvil o por marcharse sin pagar. En este artículo, desvelamos el porqué y cómo evitar esta infracción que es más común de lo que piensas.
2Las razones detrás de la normativa
El motivo detrás de esta norma es la seguridad. Manipular combustible no es un asunto menor: los líquidos inflamables, como la gasolina, requieren de un manejo cuidadoso para evitar accidentes que podrían ser catastróficos, como incendios o explosiones. Los empleados de las gasolineras reciben formación específica para hacerlo de manera segura, minimizando el riesgo, tanto para ellos como para los clientes.
El objetivo de la normativa es evitar que una acción tan común como repostar se convierta en una situación peligrosa. Al poner gasolina por tu cuenta, manipulando un equipo que posiblemente no dominas del todo, podrías estar poniendo en riesgo tu seguridad y la de otros. La multa de 100 € no es solo una sanción económica, sino también una medida para garantizar que las normas de seguridad se sigan de manera estricta.