Echar gasolina es una tarea que todos los conductores realizan con frecuencia. Lo hacemos casi de manera automática, sin detenernos a pensar en los posibles riesgos y en las reglas que debemos seguir para evitar problemas. Sin embargo, lo que muchos no saben es que una acción tan cotidiana como repostar puede llevar a una multa de 100 €. Y no, no por hablar por el móvil o por marcharse sin pagar. En este artículo, desvelamos el porqué y cómo evitar esta infracción que es más común de lo que piensas.
4La percepción del cliente y la responsabilidad
Para muchos conductores, el acto de repostar por sí mismos es una cuestión de comodidad y control. La simple idea de ser multados por algo tan rutinario puede parecerles exagerada. Pero las normas están ahí por una razón, e ignorarlas puede tener tanto consecuencias legales, como en términos de seguridad.
La responsabilidad recae tanto en los clientes como en los operadores de las estaciones de servicio. Las gasolineras deben asegurarse de que sus empleados están debidamente formados; los conductores, de ser conscientes de las normativas y actuar en conformidad con las reglas vigentes. Solo de esa manera se puede evitar no solo la multa, sino también cualquier riesgo asociado a una manipulación inadecuada del combustible.