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La multa de 104.360 euros que le han puesto a este conductor por no guardar la distancia de seguridad

Suiza se ha ganado la reputación de ser uno de los países más estrictos en cuanto a la aplicación de las leyes de tráfico, y una reciente multa ejemplifica a la perfección esta dureza. Un conductor millonario fue sancionado con la asombrosa cifra de 104.360 euros por no guardar la distancia de seguridad con otro vehículo. Esta cantidad, que equivale al salario anual de muchas personas, ha causado revuelo internacional por la peculiaridad del sistema suizo de multas basadas en los ingresos del infractor.

El incidente ocurrió en una autopista, donde las autoridades detectaron que el conductor circulaba demasiado cerca del coche que le precedía. Aunque el hecho podría considerarse una infracción menor en otros países, pero allí las consecuencias fueron drásticas. Lo terminaron llevando juicio y deberá pagar una cifra muy por encima de lo que pueden pagar el 90% de las personas de este mundo.

¿Cuál es la multa que le terminaron asignando?

¿Cuál es la multa que le terminaron asignando?

Tras ser llevado a juicio, el infractor recibió una multa calculada en función de sus ingresos anuales, que ascendían a 1,6 millones de francos suizos (unos 1,7 millones de euros). El resultado fue una sanción de 50 días a razón de 1.970 francos diarios, sumando un total de 98.500 francos suizos, aproximadamente 104.360 euros.

Este sistema de multas proporcionales a los ingresos no es exclusivo de Suiza, pero sí es uno de los países que más estrictamente lo aplica. La filosofía detrás de esta medida es sencilla: una multa fija podría ser devastadora para una persona con bajos ingresos, mientras que para un millonario podría resultar irrelevante. Al vincular las sanciones al poder adquisitivo, se busca que las multas sean igual de disuasorias para todos los conductores, independientemente de su nivel económico.

Le pusieron otra multa por intentar no pagar la primera infracción

Le pusieron otra multa por intentar no pagar la primera infracción
Foto de Freepik.

El conductor, que intentó impugnar la multa en los tribunales, terminó también obligado a pagar otros 13.000 francos suizos (unos 14.500 euros) en concepto de costas judiciales. No obstante, existe un resquicio positivo para el sancionado: el pago de la multa quedará suspendido siempre que no reincida en los próximos dos años. Esta condicionalidad, que ofrece la justicia de Suiza, le da una oportunidad para que el infractor enmiende su conducta sin que sufra el duro golpe económico de inmediato.

El caso ha reavivado el debate sobre la equidad del sistema de multas basado en los ingresos. Mientras algunos consideran que es una manera justa de garantizar que las sanciones tengan el mismo efecto disuasorio sobre ricos y pobres, otros lo ven como una persecución injusta a las personas adineradas. Casos como el de 2010, cuando otro conductor suizo fue multado con 290.000 dólares por exceso de velocidad en un Ferrari, o el del finlandés que en 2023 recibió una multa de 121.000 euros por superar el límite en 32 km/h, refuerzan la imagen de este sistema como uno de los más rigurosos del mundo.