Las plazas de aparcamiento reservadas para personas con movilidad reducida (PMR) no son un lujo, son una necesidad imprescindible para garantizar su movilidad y autonomía. Sin embargo, muchos conductores siguen ignorando su finalidad y deciden estacionar en ellas sin autorización. ¿El resultado? Una multa que no solo te dolerá en el bolsillo, sino que también refleja una grave falta de civismo. Si alguna vez has pensado en aparcar en una de estas plazas “solo por unos minutos”, sigue leyendo: podrías reconsiderarlo.
3El argumento del “solo fueron dos minutos”
Muchos conductores se justifican diciendo que solo aparcaron unos minutos, que la plaza estaba vacía o que no había alternativa. Sin embargo, estas excusas no tienen validez ante la ley. Los agentes de movilidad, la policía local o cualquier autoridad competente no necesitan esperar a que te vayas para aplicar la sanción. Si tu vehículo está estacionado sin la tarjeta de autorización visible en el salpicadero, la multa será inmediata.
Además, es importante recordar que la disponibilidad de una plaza no significa que esté libre para cualquiera. Las plazas PMR están reservadas en todo momento, independientemente de la hora del día o de si hay otras plazas disponibles en las inmediaciones.
Incluso si posees la tarjeta oficial que autoriza el uso de plazas PMR, es imprescindible que la coloques de forma visible en el salpicadero. De lo contrario, podrías enfrentarte a la misma multa. Es una responsabilidad de los titulares de estas autorizaciones asegurarse de que estén correctamente expuestas para evitar confusiones con las autoridades.