Las plazas de aparcamiento reservadas para personas con movilidad reducida (PMR) no son un lujo, son una necesidad imprescindible para garantizar su movilidad y autonomía. Sin embargo, muchos conductores siguen ignorando su finalidad y deciden estacionar en ellas sin autorización. ¿El resultado? Una multa que no solo te dolerá en el bolsillo, sino que también refleja una grave falta de civismo. Si alguna vez has pensado en aparcar en una de estas plazas “solo por unos minutos”, sigue leyendo: podrías reconsiderarlo.
5Cómo evitar una multa (y ser un buen ciudadano)
Si quieres evitar problemas y, además, contribuir a una sociedad más justa, aquí tienes algunos consejos:
- Respeta las señales: Las plazas PMR están claramente señalizadas con pintura azul, un icono de silla de ruedas en el suelo y paneles verticales que indican la prohibición de estacionar sin tarjeta.
- Sé consciente del impacto: Aunque parezca que la plaza está vacía, podrías estar impidiendo el acceso a alguien que llegará en cuestión de minutos.
- No abuses de las tarjetas: Si tienes autorización, úsala de manera responsable. Estas tarjetas son personales e intransferibles; prestarlas o utilizarlas sin necesidad también es una infracción.
- Busca alternativas: Si no encuentras aparcamiento, da una vuelta más o utiliza parkings públicos. Invadir una plaza PMR nunca debe ser una opción.