Para iniciar, debemos decir que el reemplazo del lubricante del coche es una de las operaciones de mantenimiento más frecuente en el rodado. Por ello, cada 15.000 o 30.000 kilómetros-siempre en función de lo indicado por el fabricante-hay que sustituir el aceite para evitar averías o graves deterioros del motor. En estos casos es fundamental recoger el solvente usado y llevarlo a un punto limpio para su reciclaje, si no la DGT te podría hacer una multa.
A continuación, en el artículo te contaremos más detalles de la disposición de la entidad que regula el tráfico en el país.